El consumo de café siempre ha estado bajo la sombra de la pregunta de si es adictivo o no. Esto ha animado a la ciencia a realizar más estudios, ya que el café aún tiene sustancias por descubrir en su composición.
Con más de 1000 sustancias en su estructura, el grano de café tostado acaba eliminando más de la mitad de ellas. Sin embargo, la cantidad más significativa que se encuentra en la composición de un grano de café es la cafeína, un ingrediente considerado estimulante.
Las otras sustancias que el café contiene en cantidades suficientes para tener efecto sobre el organismo son antioxidantes, grasas, aceites, minerales y agua. Estos ingredientes no se consideran en modo alguno adictivos, siendo la cafeína la principal fuente que estimula el organismo de forma diferente.
¿Qué es la cafeína?
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que se encuentra de forma natural en varias plantas, como las hojas de té verde, negro y blanco, los granos de cacao y el café. Puede producirse artificialmente y añadirse a bebidas como las energéticas.
Sin embargo, la cafeína como sustancia está clasificada como droga blanda y a menudo se compara con la cocaína. Ambos son miembros de la familia de los alcaloides con efectos similares sobre el sistema nervioso central. Sin embargo, la diferencia entre ellas es bastante grande, siendo el estímulo de la cocaína unas 20 veces mayor que el de la cafeína.
Adicción al café
La adicción puede contemplarse desde varias perspectivas para ser categorizada como un hecho concreto.
Física
Desde esta perspectiva se puede ver la influencia que tiene la cafeína en el organismo. Estimula el sistema nervioso central, formado por el cerebro y la médula espinal. Básicamente, la cafeína estimula todo el organismo provocando energía y estado de alerta en el cuerpo con la ayuda de la adrenalina (hormona del estrés). Este estímulo, si el organismo no lo produce de forma natural, puede crear adicción.
Este tipo de adicción suele asociarse a las sensaciones que buscan los deportistas en actividades extremas, concretamente a la adicción a la adrenalina en el cuerpo.
Psíquico
El café consumido regularmente puede convertirse en un hábito incontrolable. Desde el punto de vista psíquico, puede crear una adicción al olfato y al gusto, que el cerebro asocia a determinadas actividades, como despertarse o tomarse un descanso.
A menudo funcionamos con el piloto automático debido a los hábitos creados a través de la repetición, y cuando nuestro cuerpo asocia una actividad con un hábito, la mayoría de las veces, cuando repetimos esa actividad, el cuerpo nos pide que realicemos también el hábito asociado.
Muchos de nosotros asociamos el despertar por la mañana con el café o los descansos con una merecida taza de té. Y esta asociación que hace nuestro cerebro, puede crear adicción a una taza de café cuando realizamos ese hábito.
Efectos adversos del café
El consumo moderado de cafeína tiene sus beneficios, y numerosos estudios los avalan. Por otro lado, un consumo excesivo también puede tener desventajas o incluso efectos adversos. He aquí algunas de ellas:
- Ansiedad
- Dolores de cabeza
- Irritabilidad
- Dificultad para concentrarse
- Cambios bruscos de humor
Mitos sobre la cafeína
La cafeína provoca insomnio.
Existe la vieja idea de que una taza de café provoca insomnio. Sin embargo, los estudios han demostrado que la cafeína se procesa en nuestro organismo en un plazo de 3 a 6 horas y se elimina por completo. El café es procesado por el hígado, por lo que 1-2 tazas durante el día no afectarán al sueño. Sin embargo, como tarda varias horas en eliminarse del organismo, no es aconsejable consumirlo antes de acostarse.
La cafeína deshidrata.
La cafeína en sí no tiene ningún efecto deshidratante sobre el organismo. Lo que sí hace es que tiene un efecto diurético, ayudando al organismo a eliminar líquidos, y esto puede provocar deshidratación.
La cafeína ayuda a despertarse de la resaca.
Es un mito que una taza de café ayude después de un consumo excesivo de alcohol. La cafeína y el alcohol estimulan el cerebro de distintas maneras y en distintas partes. Es sólo un efecto psicológico, pero en realidad el cerebro es estimulado en diferentes partes, de maneras totalmente diferentes por las dos sustancias.
Cafeína significa café.
Quizá el mito más común es que cuando nos referimos a la cafeína automáticamente nos referimos al café, pero la cafeína es una sustancia que se encuentra en otras plantas. El té verde es otra fuente importante de cafeína: una taza de 250 ml contiene 30 mg de cafeína, mientras que el café contiene unos 50 mg.
Otra fuente de cafeína es el chocolate: 100 gramos de chocolate negro contienen 43 gramos de cafeína. Sus efectos son los mismos independientemente de la fuente de consumo.
La cafeína y la cafeína son dos sustancias diferentes.
A menudo se piensa que existen dos sustancias, la cafeína y la cafeína. Esto es un mito, la única diferencia entre ambos es el dialecto de la palabra. Cafeína proviene de la palabra café y cafeína de la palabra café/cafeína.
Conclusión
Mirándolo desde varias perspectivas, el café puede ser adictivo. Sin embargo, el consumo moderado tiene sus beneficios, y cada organismo es único y reacciona de forma diferente a los estímulos, por lo que se recomienda precaución a la hora de consumir grandes cantidades.
